LA ERA DIGITAL : ¿VIDA SIN MAGIA?
“¿Por qué lo que veo en mi computador no es algo vivo? Porque este objeto no es autónomo, no tiene existencia separada de ese universo informático. El mundo es demasiado rico para que lo vivo posea una representación previa o incluso útil”1
La era digital: ¿vida sin magia?
Hernando Vanegas
Definitivamente la tecnología ha revolucionado nuestras vidas, muy a nuestro pesar. La invención de la máquina de vapor cambió la visión de la vida que tenían en el siglo XVIII. Aunada a ella, la visión paradigmática que permitía ver todo como un reloj, permitió la consolidación del paradigma que ahora llamamos cartesiano-newtoniano, el cual ha dominado nuestras vidas y nuestro tiempo, hasta hoy.
Pero siempre el ser humano se ha caracterizado por luchar contra las visiones simplificadoras y contra los marcos que reducen y estrechan su vida. A nivel político-ideológico se producen revoluciones por romper esos marcos, que significan no un simple “salirse de la caja”, sino la necesidad de hacerla añicos y vivir la vida sin “camisas de fuerza” que restrinjan la libertad humana.
La invención de la Web, a fines de la década de los ochenta, trae consigo el reforzamiento de “la caja” en que pretenden mantenernos. Es necesario recordar que ella es creada como “forma de comunicación” entre diversas instituciones del gobierno de los Estados Unidos, especialmente militares. Y es la voracidad del sector financiero mundial, que necesitaba una comunicación segundo a segundo, a fin de garantizar que las veinticuatro horas del día sus capitales estuvieran en movimiento, robando más y más riquezas a los pueblos, con su enorme poder especulativo, lo que los lleva a promover la revolución digital, la informática.
Que según Ignacio Ramonet “la revolución digital permite inventar un sistema de comunicación en el sentido de sistema de transportaciones, es lo que llamamos, (…) las autopistas de la comunicación. Son las nuevas vías por las que circula la riqueza de hoy, igual que pudieron circular en una época en las carabelas o en los barcos de vela o después en el ferrocarril y por vía aérea o por camión, etc” (Ignacio Ramonet. Los medios y la globalización).
Esta revolución digitalizada produce un tremendo impacto y en la preponderancia del sector financiero, que según Ramonet “hoy el 95% es la economía financiera y el 5% es la economía real” cuando hace “20 años el 95% de la economía era economía real y el 5% economía financiera es decir venta y compra de divisas, los mercados de divisas o los mercados financieros, venta y compra de valores bursátiles de todo tipo” y “del 100% de la economía sólo el 5% de ella crea empleos y crea bienes, lo demás es pura especulación económica.”
Ello permite a los sectores económicos dominantes de los países ricos perpetuarse en el poder, a costa de la vida de millones de personas. La informática va destruyendo el tejido social, los lazos humanos entre humanos. Es esclarecedor la información de de miles de miles de personas permanecen “sentadas frente al computador” más de ocho horas diarias; una inmensa mayoría de los “cibernautas” permanecen por lo menos dos horas al día, después de su jornada laboral diaria, e incluso muchos jóvenes reducen su actividad físico-atlética y la sustituyen por la “actividad” de los juegos digitales.
Si en una época se “combatió” la televisión por el sedentarismo que desencadenaba, la situación es hoy mucho más grave por la cantidad de aparatos electrónicos, tipo play station, televisión, DVD, y computadoras, que copan prácticamente el tiempo libre de los jóvenes de hoy, trayendo problemas en la salud. Si a esto le sumamos los cambios dietéticos y alimentarios producidos por la avalancha de anuncios publicitarios a través de la Tele y el Internet de las multinacionales de alimentos como McDonald, KFC, Burguer King, etc, la situación es crítica y ya ha producido problemas como la obesidad en los Estados Unidos, inicio de problemas cardiovasculares en la población, constituyéndose en la primera causa de muerte en ese país.
Los amigos ya no “se ven” sino que se “interconectan”, perdiéndose un gran porcentaje de la comunicación que produce el disfrute del “persona a persona”, el contacto físico, la mirada y los gestos. Para “comunicarnos” dependemos entonces de un aparato (“la nueva caja”), sea el computador o el celular (o móvil), o los modernos.
El teléfono, otrora instrumento para comunicarte y acortar distancias, al convertirse en “móvil” acaba de un tajo con la privacidad de las personas e impide la comunicación entre los grupos societales. A cada segundo ocurre que en una reunión familiar, en una fiesta, en un aula de clases, en una conferencia, se impida el acto por el “ring” invasor de un celular y la interrupción de la actividad que se estaba desarrollando, creando una sensación de desazón en las demás personas.
De igual manera se van creando otros aparatos digitales que en vez de promover la comunicación, van creando el espacio para el egoísmo. Otrora escuchar música podía ser una forma de “compartir” entre amigos y en la familia, aún lo es en algunos casos. Pero con la creación de los MP3 vemos cantidades de jóvenes con el aparatejo en el oído, desconectados de la realidad, desconectados de las demás personas, sea que estén en una playa, un avión, un autobús, en el tren o en el metro. Aparatejo que promueve el egoísmo ya que te impide compartir tu vivencia musical con los demás, es un aparatejo “para mí”, “para escuchar sólo yo lo que a mí me gusta”, como me dijo un fanático de los MP3.
Sin embargo, pocos han informado de los riesgos de tales avances digitales. Problemas de salud producidos por ellos. Aumento de la irradiación, problemas de columna, de los ojos, nuevas enfermedades por el forzamiento de las manos en la manipulación del tablero, antes enfermedad de las secretarias; desconocimiento del efecto de las ondas de los celulares en el corazón, en los testículos, en los ovarios, según el sitio en donde se cargue el bendito aparato. Llamativa la alerta lanzada sobre los efectos en la esterilización. Y con el MP3, aún no se alcanza a medir sus consecuencias en la disminución de la agudeza auditiva.
En este sentido en Estados Unidos han diagnosticado lo que denominan como Desorden Adictivo a Internet (DAI), y se estima que entre el 6 y el 10 por ciento de los usuarios lo padecen.
“Así como algunos son adictos a las drogas, el juego o el tabaco, otros lo son a pasar varias horas pegados a Internet, un fenómeno que un creciente grupo de especialistas de Estados Unidos considera un "problema psiquiátrico".
La alteración también es llamada "internet-dependencia" e "internet-compulsión", la cual se detecta por comportamientos que interfieren en la vida normal de una persona, causando estrés severo a su familia, amigos y trabajo.
Alguien que pasa horas al día frente al computador navegando por la red, enviando correos electrónicos, negociando acciones, chateando o jugando puede considerarse como un ciberadicto y, por tanto, necesita ayuda.
Así lo consideran especialistas como la psiquiatra Hilarie Cash, cuyo consultorio, Inter-net/Computer Addiction Services, en la Universidad de Pensilvania, es visitado por pacientes diagnosticados con el DAI.
Cash ha identificado otros síntomas, como mentir acerca del tiempo que se pasa navegando por Internet o sobre el tipo de contenido visualizado, además de aislamiento social, pérdida de la autoestima, infidelidad “vía Internet”, dolor de espalda y aumento de peso.
"Si el patrón de uso de Internet interfiere con tu vida debes tener un problema", anota otra experta, Kimberly Young, investigadora líder de las adicciones a Internet.
Young es la fundadora del Center for Online Addiction, con sede en Bradford, Pensilvania, donde funcionan grupos de apoyo a las "ciberviudas", esto es, las esposas de adictos a las relaciones amorosas, la pornografía o las apuestas vía Internet.
En opinión de Young, los ciberadictos optan por el placer temporal en lugar de las relaciones íntimas y profundas.” (El Tiempo, enero 04 de 2006).
Poco a poco nos van convirtiendo en una sociedad de irradiados, egoístas y sordos. Ya están en el mercado los nuevos aparatos que son a la vez computador, celular y MP3, para permitir que tú “todo el tiempo estés conectado”
La “nueva caja” va produciendo los efectos que necesitan para garantizar la perpetuidad del sector dominante. Sin embargo tenemos que señalar que no todo es malo, así como quieren convertir tales avances científico-técnicos en instrumentos de dominación, también nosotros, los impulsores y difusores del nuevo paradigma, podemos utilizarlos.
Precisamente es Ramonet el que nos llama la atención en ese sentido cuando asevera: “La revolución digital lo que permite ahora es que yo, por el mismo tubo, puedo enviar un texto, una imagen o un sonido. Estos entran por el tubo, que circula a la velocidad de la luz, 300 mil kilómetros por segundo, lo que hace que la instantaneidad pase a ser una dimensión natural de la comunicación y cuando sale se transforme en imagen, texto y sonido.”
Es diciente que las recientes protestas contra la guerra-invasión en Irak hayan sido convocadas, coordinadas y afinadas a través del Internet y los celulares. La masividad de tales eventos en gran parte del mundo desarrollado nos muestra el alcance que en la difusión de tales ideas tienen de hecho los aparatos de la revolución digital, en los sectores sociales que los pueden utilizar.
Hagamos de nuestro mensaje impulsor del nuevo paradigma un disfrute para quien lo recibe.
Aprovechemos estos avances científico-técnicos para que la nueva visión paradigmática llegue fresca, enamoradora, amorosa y conquiste los corazones, las mentes, las almas y los espíritus de la gente.
Convirtamos la “realidad virtual”, programada, repetitiva, lineal, egoísta, tendiente a la abstracción, que siempre responde lo mismo ante tu click explorador, en una “realidad real” que ante tu click explorador te muestre que como dice Varela “lo inesperado es que la vida está asociado a un mundo físico y químico en el que la variabilidad es literalmente infinita. No es agotable, y ciertas leyes pueden establecerse, pero hay una riqueza que impide la simulación y que milita a favor de la construcción” (Varela, 2000); construcción de la vida que nos muestra infinitas “ventanas” para disfrutarla, para vivirla, cuyo “chip” no está programado de antemano, como pretenden los del viejo paradigma, y si lo estuviera estaría programado de manera no-lineal e ilógica, en donde el caos es generador de vida.
No debemos caer en la tentación de creer que la percepción correcta del mundo y de la vida puede ser la que nos proporcionan desde estos aparatos digitales, o que pueden sustituir la vida. Solamente quiero plantear el interrogante de si ¿los aparatos digitales pueden mínimamente satisfacer criterios de una organización autopoiética? Tal pregunta nos define la posición que tengamos ya sea desde el viejo paradigma o desde el nuevo paradigma.
Quisiéramos concluir, con Varela: “¿Por qué lo que veo en mi computador no es algo vivo? Porque este objeto no es autónomo, no tiene existencia separada de ese universo informático inerte. En los años 50-60, se pensaba que se podían explorar, mediante la simulación, todas las posibilidades. Pero se llegó a un callejón sin salida: el mundo es demasiado rico para que lo vivo posea una representación previa o incluso útil.” (Varela, 2000. p. 44-45.)
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